El
amor es bastamente descrito en novelas, religión y filosofía, es generador de
contenido para marketing y por supuesto propulsor de una gran industria económica,
donde generalmente se expone el romanticismo puro, así que en esta oportunidad
intentare definirlo y explicar por qué nos hace feliz y sufrir con tanta intensidad.
Si a veces te has preguntado ¿Por qué pienso en esa persona tanto? ¿Por qué a pesar
del tiempo aun me genera algunas emociones mi ex? O ¿Por qué me hace tanta
falta? Este articulo es para ti.
Algunos
dilemas que se presentan en las distintas fases del ciclo vital se vinculan con
cuestiones amorosas. Clínicamente, el amor es el evento que desencadena con
mayor frecuencia manifestaciones depresivas o ansiosas, además de que genera
los principales cuestionamientos intrapersonales e interpersonales: por medio
de él se construye la vida cotidiana, las relaciones y los conflictos.
Intentar dar una definición sobre el amor resulta muy complejo, por esta razón
pocos han tratado de estudiarlo. Aron
lo definen como “el conjunto de pensamientos, sentimientos acciones que se asocian con un deseo de
iniciar o mantener una relación íntima con una persona específica”. Hatfield y
Walster lo definen como “un estado de intenso deseo por la unión con otra
persona” con las siguientes características:
a) Es un estado cargado de
emociones y de excitación fisiológica general como atracción, deseo sexual,
celos, enfado, ambivalencia y malestares por ausencia o nimiedades, fácilmente
evidenciables.
b) Con pensamientos
recurrentes y característicos sobre la persona amada como lo son idealización,
temor al rechazo/abandono.
c) Con patrones peculiares
de conducta, verbales y no verbales.
Jiménez en un estudio
realizado en Madrid, indica que cuando las personas están enamoradas experimentan las siguientes vivencias:
·Pensamientos intrusivos, es
decir, la obsesión por el amado o amada.
·Un desasosegante estado de
incertidumbre que incluye tanto dolorosas dudas acerca de la intensidad y
continuidad de los sentimientos del otro hacia uno mismo, como lastimeros
pensamientos acerca de su fidelidad.
·Un sentimiento de
indefensión, de falta de control ante emoción tan avasalladora.
PROCESO QUÍMICO DEL AMOR
La
química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones
emocionales esta la sinapsis que es un proceso electroquímico es decir hay electricidad de descargas neuronales y hay
química que son las hormonas y otras sustancias que participan. Ellas son las
que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que
explican buena parte de los signos del enamoramiento.
Cuando
se encuentra a la persona deseada se dispara la señal de alarma y el organismo
entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso, el hipotálamo
envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo a través de los neurotransmisores
que comunican entre sí a las células nerviosas, ordenando a las glándulas suprarrenales
que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina.
Sus efectos se hacen notar
al instante:
• El corazón late más
deprisa unas 130 pulsaciones por minuto.
• La presión arterial
sistólica aumenta.
• Se liberan grasas y
azúcares para aumentar la capacidad muscular.
• Se generan más glóbulos
rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.
Podríamos
decir que el amor es una enfermedad que tiene su propio esquema de pensamientos
obsesivos y su propio ámbito de acción. Donde los padecimientos y goces del
amor se esconden, irónicamente, en llamado sistema nervioso autónomo. En ese
sistema, todo es impulso y oleaje químico. Allí se asientan el miedo, el orgullo,
los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento.
Hace
unos años se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se
inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema
endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas. El verdadero
enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la
feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.
Al
inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de
dopamina neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro,
es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que
proporciona placer, norepinefrina y oxiticina mensajero químico del deseo
sexual, y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los
arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos
combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y
noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.
La
feniletilamina descubierta por el psiquiatra Leibowitz es la responsable
química del enamoramiento. Esta es una sustancia parecida a las anfetaminas. En
un primer momento se siente gran euforia, pero cuando desaparece nos deja en un
estado de desasosiego, esto es provoca un gran vacío. Si el amor prosigue se
pasa a una segunda etapa en la que se continua segregando sustancias similares
a la morfina, como son las endorfinas y las encefalinas, dotando a las parejas
estables de sensaciones de gran seguridad, paz y calma.
Los enamorados o amantes no
tienen conciencia de ello, pero cuando la relación no funciona bien, o se
produce una separación o la muerte de uno de los amantes, comienzan a sentir
depresión o angustia. Todo un cuadro que compone un síndrome de abstinencia
similar al que experimenta un toxicómano, siendo para el amor Síndrome de Abstinencia de Amor SAA, por
equiparación al Síndrome de Abstinencia a los Opiáceos, SAO donde podría
afrontarse mejor, con terapia cognitivo conductual e incluso farmacológica si
se contemplara como un síndrome derivado de una alteración funcional de ciertas
estructuras cerebrales que deben recuperar su actividad habitual de base.
El
enamoramiento se va transformando en una obsesión para ambos o para un solo
miembro de la paraje, convirtiéndose el deseo y la necesidad en un desorden
psicológico bastante parecido al de un trastorno por consumo de sustancias como
se describió anteriormente. La necesidad de estar con él o con ella a toda
hora, estar pendiente de lo que hace en todo instante, una falta momentánea de
la “droga”, que es la otra persona, por diversos motivos, puede desencadenar un
verdadero síndrome de abstinencia o patológico, cuando esto ocurre se
caracteriza por dolor emocional, inquietud motora, desesperación, nauseas,
temblores, sudor, pensamientos obsesivos, pánico, tristeza, ataques de
angustia, entre otras cosas.
EL AMOR PATOLÓGICO
Cuando
el amor se convierte en patológico se empieza a presentar un patrón
compulsivo caracterizado por: la pareja se hace cada vez más necesaria e
imprescindible para la vida de la persona, ésta abandona o comienza a dar menos
importancia a la familia, las tareas diarias, el colegio, la universidad, el
trabajo, por permanecer más tiempo con la pareja.
La
persona, por esta obsesión, pierde sus valores, su dignidad como persona, vive
su vida por los demás a costa de sus legítimas necesidades. Por lo tanto, para
que una relación afectiva sea adictiva, tiene que poseer las siguientes características:
a) Cualidad compulsiva e
irracionalidad.
b) Pánico ante la posible
ausencia del ser amado. Cuando la persona amada se aparta por alguna razón o
circunstancia, presenta un cuadro típico de síndrome de abstinencia: estrés,
depresión, ansiedad, etc. Para no perder la pareja será capaz de cualquier
cosa.
c) Experimentar
permanentemente síntomas de rechazo y de posible ruptura de la relación síntomas
físicos y psicológicos.
d) Sensación de vacío, desesperación
y tristeza de haber perdido algo.
e) Distorsionada cognitiva
de la realidad: sus pensamientos se vuelven confusos y enfermizos, todo gira alrededor
a la relación sentimental, lo que le lleva a una evasión total de la realidad y
a sabotear sus pensamientos.
f) Pérdida de la dignidad
por amor: esto incluye arrodillarse, espiar, perseguir, implorar, etc. Es común
exclamaciones como “Me estoy autodestruyendo, lo sé, pero es que yo quiero a
esa persona más que a mí mismo”.
TIPOS DE AMOR
El
amor su forma de darse dependerá mucho del sistema de creencias de cada persona
comprendido cultura, sociedad, religión,
entre otros factores. Sternberg ofrece un análisis en su “Teoría
triangular del amor”. Considera tres componentes primarios: intimidad, pasión y
compromiso, uno en cada vértice del triángulo, dando lugar, así, a 7
posibilidades
Vértices del triangulo
- Intimidad: gustarse,
amistad y afecto sin compromiso ni pasión.
- Pasión: amor a primera
vista, veleidad, excitación mental y física.
- Compromiso: decisión de
que uno quiere a otra persona sin que haya intimidad ni pasión, es un amor
vacío o de conveniencia.
Posibilidades del Amor
- Amor romántico: intimidad
más pasión, con sentimientos de proximidad y accesos de pasión, pero no
compromiso.
- Amor fatuo o falso: pasión
más compromiso, noviazgo relámpago y boda antes de que se desarrolle la intimidad,
lo cual suele conllevar al fracaso, pues, como sentenciaba De Guevara “los que
se enamoran muy de prisa suelen aborrecerse muy despacio”.
- El amor sociable: implica
intimidad y compromiso, pero no pasión.
- El encaprichamiento:
implica pasión, pero no intimidad ni compromiso.
- El amor vacío: implica
compromiso pero no intimidad ni pasión.
- El cariño: implica
intimidad pero no pasión ni compromiso.
- El amor consumado: implica
intimidad, pasión y compromiso.
Es importante entender que este artículo recoge algunas de las aproximaciones
actuales al amor desde la perspectiva psicobiológica, se enfatiza así, que no
se pretende desarrollar un manual de autoayuda, solo se busca desarrollar y
teorizar desde un punto de vista científico el amor. Asimismo es necesario
aclarar que una relación de pareja sana y perdurable, es la que cumple con tres
factores básicos como lo son; amor reciproco, integridad y autorealización, es
decir que en la pareja se respeten, tengan compromiso, que sean fiel, posean
buena comunicación y se apoye en los deseos de realización.
Alejandro Becerra
Psicólogo
REFERENCIA
Beck,
U. (2001) El normal caos del amor: las nuevas formas de la relación amorosa.
Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica.
Carreño,
j. Henales, M. Sánchez, C. (Abril-Junio, 2011). El amor desde un enfoque
psicológico. Perinatología y Reproducción Humana, 25, 99-108.
Gala,
M., Lupiani, C., Guillén, A., Gómez, A., Bernaltes, R., Raja, M. T. &
Miret, N. (2005). El deseo y el amor: el hombre inacabado. Cuadernos de
medicina psicosomática y psiquiatría.
Sternberg,
R. (1989): El triángulo del amor: Intimidad, pasión y compromiso. Ed. Paidós.
Barcelona.
Vela,
O. (1990). Psicopatología del amor. Revista de Psicología, 21, 107-112.
Watzlawick,
P. (1984). El arte de amargarse la vida. Barcelona: Herder.
¿Puede darse en el caso de parejas el amor desinteresado o nuestra biología ya nos determina a priori?Saludos desde Mérida
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